La visita al asilo de ancianos fue una de mis favoritas.. jeje y pensar que al principio el solo heco de pensar en entrar a aquel lugar me daba miedo. Fue un día hermoso, compartimos con todos bonitos momentos, jugamos bingo, conversamos, pintamos, jugamos, comimos yy muchas otras cosas mas. Muchos lloraron, otros nos mostraron una felicidad que era imposible evitar botar una lágrima. Aprendí a conocer a alguien antes de juzgarlo, a llenarme de felicidad con la felicidad de los demás, a encontrar una razón para disfrutar de mi vida con solo una sonriza yy sobre todo a valorizar a aquellas personas que muchas veces olvidamos y que sin embargo continuan queriéndonos y recordándonos.
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